domingo, 11 de enero de 2009

Mundaiz nevado... de nuevo.


Era el primer día después de las vacaciones del Navidad del curso 84-85. Unos atribulados colegiales iban llegando temprano a su escuela a través de la fuerte nevada. Sus pies se arrastraban por el camino de Mundaiz haciendo que la cama caliente y los regalos recientes dolieran doblemente. Nunca habían visto nevar así, al menos durante su breve existencia.

Las estrictas normas del colegio obviaban las circunstancias y hacían salir en pantalón corto y camiseta a los alumnos para su hora de gimnasia.

_A dar vueltas - espetó el profesor Altuna.

La ardiente juventud se calentó como pudo y la clase terminó sin pulmonías de por medio. Cuando volvieron al edificio se encontraron con una sorpresa. El resto de las aulas permanecían vacías, los autobuses no podían circular, la ciudad se iba bloqueando y el director apareció por la puerta. Esta vez su discurso trajo buenas noticias.

_A casa- dijo. Y aquellas breves palabras sonaron como una epopeya, que diría el incombustible Hermano Ernesto.

"No mandé a mis alumnos a luchar contra los elementos" habría sido una frase más adecuada, pero no dudamos un instante y nos lanzamos a la calle entre gritos y saltos.

Muchas bolas surcaron los cielos esa mañana; muchas impactaron en mi cara y espalda, y no menos salieron de mis manos, repartidas desigualmente en la cabeza de mis compañeros y en el suelo del camino (nunca destaqué por mi puntería).

Aquel día quedo grabado en mi mente para siempre. La nieve, el primer día de colegio tras las vacaciones,... Esta vez han sido mis niños los que han ido a clase tras las fiestas y los que han vuelto celebrando la nevada. El pequeño no se acordará de ello, pero el mayor quizás diga dentro de veinticuatro años :

"Era el primer día después de las vacaciones de Navidad del curso 2008-2009..."

PD Podéis comentar aquí lo que recordéis de aquellas fechas.

1 explíquese alumno, explíquese:

Anónimo dijo...

Estimado Sergio:
Como todos los lunes, he echado un vistazo al blog.
Si os fijais lo que escribe Sergio, que verdad es que:
Pasen los años que pasen, pasen las generacioens que pasen las sensaciones por mucho que cambien las cosas siempre estáran en las personas.
Francamente bueno tu relato Sergio.
Gracias por esos trazos que nos das.
Juan Cruz